Esas han sido las palabras que el Jueves Santo sonaron en la cabeza de cada uno de los miembros de los PASOS.
El día habia comenzado con alguna nube pero con escasas probabilidades de lluvia, al alba ya se estaba colocando la pasarela, y desde las nueve de la mañana se ultimaban los últimos preparativos del decorado, cada elemento se encontraba ya en su lugar. El día transcurrió de lo mas normal posible, incluso el sol nos dejo ver su grandeza, calentándonos con sus rayos. Al atardecer el equipo de maquillaje se encontraba carecterizando a Jesucristo, los Ladrones (Dimas y Gestas) y a Barrabas y para las ocho de la tarde todos estabamos listos para empezar.
La música y la voz de Jesucristo (interpretado por Antonio Bravo) comenzaron a sonar sobre las ocho y media de la tarde, ensalzadas por la iluminación y el magnífico decorado natural del Monte Calvario; el ambiente y la magia del lugar y del momento, sobrecogian a los cientos de vecinos y visitantes que pudieron admirar una de las joyas de la cultura jiennense.
La entrada de Jesucristo a Jerusalen, la Santa Cena, la Traición de Judas, la Horación del Huerto... transcurrieron sin ninguna alteración, todos los interpretes pusieron lo mejor de sí...
Pero el cielo se volvió contra nosotros, negándose a que Jesucristo fuera crucificado, comenzaron a caer gotas de lluvia que se convirtieron en un gran chaparron, ante el cual todos permanecieron impasibles, continuando y dando vida a cada uno de los personajes. Esto no sirvió sino para poner mas ahínco aun mientras que se lanzaba una horación desde el interior de cada uno de nosotros rogando que por unos momentos cesara la lluvia.
Pilatos (David Montiel) dictó su sentencia mientras que el agua no cesaba de caer, los azotes a Jesucristo fueron sentidos por cada uno de los miembros de PADEFU, llenos de rabia e impotencia presagiando cual podría ser el desenlace de la jornada.
Pero "Hay que segir pa' lante", un Jesucristo con los pies descalzos, sobre un suelo mojado y lleno de charcos de agua continuó con la representación mientras que los latigazos y las gotas de agua golpeaban su cuerpo. De fondo se podían escuchar los golpes propiciados a los ladrones que iban a ser crucificados junto a Jesucristo, dos romanos impasibles hicieron que sintieran la humedad del suelo, revolcándolos en el suelo mientras que seguián intrepretando su papel.
Pero no pudo ser, el Monte Calvario se torna resbaladizo y peligroso con la lluvia y por seguridad hubo que interrumpir la represenación. Los doce apostoles portaron a hombros el cuerpo de Jesucristo acompañados por Tres Marias llenas de dolor y escoltados por una tropa de romanos que a paso lento recorrieron una pasarela donde entre aplausos y gritos todos pudimos sentir el calor de los asistentes y el esfuerzo y coraje de los jóvenes de Fuensanta que aman sus tradiciones y quieren que esten vivas.
Desde aqui, un fuerte aplauso y un gran abrazo a cada uno de vostr@s que habeis conseguido desarrollar un mágnífco trabajo y gracias por emocionarme un año mas disfrutando de la Semana Santa de Fuensanta, gracias por hacerme sentir los PASOS de mi pueblo.
